La construcción industrializada como solución a la falta de viviendas asequibles
Las viviendas asequibles se han convertido en un tema de absoluta actualidad. La falta de control sobre los precios de los inmuebles, el aumento de los costes de construcción, y la transformación de la vivienda en una inversión financiera en lugar de un bien social, ha derivado en un debate sobre la imposibilidad de muchas familias o individuos de acceder a una casa, ya sea en propiedad o en régimen de alquiler. De hecho, según un estudio del Observatorio Vasco de la Vivienda, se estima que más de 80 millones de personas en la UE están expuestas a un sobreesfuerzo económico en los gastos de su casa. Y por dar otro dato, actualmente en España, las viviendas protegidas (VPO) no alcanzan el 2,5% del total de edificaciones, y la demanda supera mucho la oferta.
En este contexto, surge el concepto de las viviendas asequibles, entendidas como aquellas que no consumen más del 30% de los ingresos mensuales del hogar en gastos relacionados con la casa, ya sea en alquiler o hipoteca. Pero esta iniciativa debe ir acompañada de políticas de vivienda que permitan alcanzar este objetivo.
En ese sentido, desde la UE se están impulsando distintas iniciativas y, de hecho, recientemente en España el presidente, Pedro Sánchez, ha anunciado una inversión de 1.300 millones de euros durante 10 años para incentivar la construcción industrializada como solución a este problema. Una propuesta incluida en el denominado ‘Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte)’.
¿Por qué los sistemas industrializados pueden favorecer la construcción de viviendas asequibles?
¿Y por qué se está apostando por la construcción industrializada como solución al problema de la vivienda asequible? Básicamente porque permite una construcción más rápida, eficiente y rentable, lo que la convierte en una alternativa viable para aumentar la oferta de viviendas y, a la vez, reducir los precios.
Estas ventajas que ofrece la construcción industrializada frente a los sistemas tradicionales, basados en el ladrillo, no son nuevas ni son exclusivas de viviendas asequibles. Todo lo contrario, en Sismo Spain llevamos desde 2012 desarrollando proyectos industrializados de todo tipo en España, desde unifamiliares a bloques de apartamentos o adosadas. La experiencia durante todos estos años nos ha demostrado que la construcción industrializada es válida para todo tipo de proyectos, tanto por diseño como por altura.
Pero el sector de la construcción y arquitectura en general es muy tradicional y ha tardado en entender los beneficios de apostar por nuevas tecnologías que, lejos de lo que se podía pensar, no hacen ni disminuir la calidad de los inmuebles ni reducen su vida útil ni limitan el proyecto. Todo lo contrario: la construcción industrializada es versátil, es de calidad y tiene una alta durabilidad, equiparable a la vida útil de una edificación de ladrillo. La clave está en escoger adecuadamente el sistema industrializado y realizar una buena ejecución en obra – algo relativamente sencillo si tenemos en cuenta la facilidad de montaje de este tipo de sistemas.
Pero centrándonos en las viviendas asequibles, vamos a repasar una a una cuáles son las ventajas que aportará la incorporación de la construcción industrializada a todos estos proyectos, tal y como lo ha entendido el Gobierno.

1. Reducción de plazos de construcción gracias a los sistemas industrializados
El modelo industrializado de viviendas permite reducir los plazos de construcción hasta en un 60%. Además de la rapidez de instalación de los paneles industrializados, hay que tener en cuenta que los sistemas modulares se empiezan a producir en fábrica antes, cuando comienza la excavación del terreno, por lo que hay hitos que se solapan en el tiempo.
Por ejemplo, con Sismo Spain los clientes encargan la fabricación de sus paneles mientras están trabajando en la preparación del terreno. Como nuestros paneles de cerramiento se producen muy rápidamente y su transporte a obra es sencillo, una vez que la cimentación está lista, se puede comenzar de inmediato.
Además, nuestro sistema es 3 en 1, ya que permite realizar en un único paso estructura, cerramiento y aislamiento, lo que supone un ahorro de hasta el 30% en los plazos totales de ejecución del proyecto. Nuestros muros quedan listos para colocar las instalaciones y los acabados. Si además se combinan distintos sistemas industrializados, la reducción de los plazos de obra es aún mayor.
En definitiva, con la construcción industrializada, una promoción de viviendas que con un sistema tradicional podría tardar entre 18 o 24 meses, podría reducirse a entre 13 y 16 meses. Un ejemplo reciente de esto lo tenemos en el complejo hotelero On City Resort.
2. Reducción de costes y mano de obra en viviendas industrializadas
El problema del encarecimiento de los materiales de construcción es un problema que el sector viene arrastrando desde la crisis de Covid-19 y que se agravó tras la Guerra de Ucrania.
A diferencia de la construcción con sistemas tradicionales, los sistemas industrializados ayudan a asegurar costes. Desde el principio del proyecto se definen a la perfección los materiales que se necesitarán para la ejecución total de la obra, reduciendo considerablemente la cantidad de desperdicio y piezas sobrantes, y teniendo un control total sobre el coste final de la obra, que no debe diferir de lo estudiado inicialmente.
Respecto a la mano de obra, desde la anterior crisis financiera, el sector de la construcción ha perdido casi la mitad de los efectivos. En España tenemos un problema real de falta de mano de obra. Según datos de la Fundación ICO, el sector ha pasado de tener contratados más de 2,5 millones de personas, a ser apenas 1,3 millones. Además, es muy difícil encontrar mano de obra cualificada, especialmente gente joven, que ha perdido el interés por trabajar en este sector.
En este sentido, la industrialización aporta un valor añadido, pues está creando nuevos perfiles profesionales con más formación, tanto de ingenieros titulados como de operarios que ya no trabajan en obra, sino en fábricas, en entornos controlados, desarrollando nuevas tareas tanto de diseño de materiales como de producción, y está favoreciendo la incorporación de la mujer a un sector que tradicionalmente ha estado muy masculinizado.
Pero, además, la industrialización supone una reducción del personal necesario en obra y de los oficios. Por ejemplo, para el montaje de los módulos Sismo no se necesita personal cualificado, pues el sistema es tan sencillo que se aprende in situ, y no requiere de un gran número de operarios; cada módulo Sismo puede ser trasladado a mano por un par de trabajadores que, a su vez, los ensamblan y se encargan de su montaje total y hormigonado. Por dar un dato, en las obras ejecutadas con el sistema Sismo, se consigue una reducción de mano de obra de hasta un 30% en fase estructural. Además, se reducen los costes en ayudas de albañilería hasta en un 50%.

3. Mejora la sostenibilidad y eficiencia energética de las viviendas asequibles
Por lo general, las viviendas industrializadas son más sostenibles y eficientes, energéticamente hablando. La construcción debe cumplir con los objetivos de descarbonización y eficiencia energética de la Unión Europea y, en ese sentido, con la incorporación de sistemas industrializados a los proyectos, se consigue reducir el consumo de energía, agua y recursos naturales en el proceso constructivo.
Podríamos decir que la Construcción Industrializada supone las siguientes ventajas en cuanto a sostenibilidad y eficiencia:
- Se produce un ahorro de materiales, se reduce el desperdicio y los sobrantes pueden ser reciclados.
- Hay un menor consumo de agua, al tratarse de sistemas de montaje “casi en seco”.
- Se reducen las emisiones CO2 un 3,4%.
- Permite edificar dos veces más rápido una vez concedidas las licencias.
- Las viviendas resultantes tienen mejores calificaciones en la Escala de Certificación Energética, gracias a su excelente aislamiento térmico, lo que se traduce en hasta un 50% de ahorro energético anual en la vivienda final.
En el caso de Sismo Spain, podemos afirmar que mejoramos la sostenibilidad de los proyectos por los siguientes motivos:
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Por la eliminación de puentes térmicos que permite nuestro sistema y su excepcional aislamiento térmico, lo que repercute directamente en la eficiencia energética de los edificios.
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Por la reducción en un 50% de las ayudas de albañilería, lo que a su vez disminuye significativamente la producción de escombros en la obra y mejora la gestión de residuos.
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Por su propia fabricación, que no produce CO2 y permite reciclar el material sobrante, por lo que contribuye a realizar una construcción 100% ecológica.
4. Rentabilidad demostrada en el sector público y privado
Las ventajas de la construcción industrializada son muchas, pero sin duda, la mejora en el retorno de la inversión es su principal ventaja competitiva. Y aunque inicialmente pueda suponer una inversión superior a la de otros materiales tradicionales como el ladrillo, lo cierto es que su rentabilidad está ampliamente demostrada, tanto en proyectos del sector público como en el sector privado.
Por poner un ejemplo real, en Sismo Spain la propia configuración de nuestro sistema permite realizar la estructura y el aislamiento térmico y acústico simultáneamente. Se eliminan así partidas como el emparchado de cantos de forjado, dinteles o emparchados de pilares.
El ahorro en costes de construcción de este tipo supone una reducción del tiempo total de construcción, lo que se traduce a su vez en una entrega anticipada de la vivienda para el cliente final y, consecuentemente, acelera el retorno de la inversión del promotor.

Retos de la construcción industrializada y la vivienda asequible en España
A pesar de sus beneficios, históricamente la construcción industrializada en España se ha enfrentado a diferentes desafíos. El principal de ellos ha sido la resistencia al cambio por parte del sector de la construcción y promoción inmobiliaria.
Si bien es cierto que esa tendencia empezó a cambiar a partir de 2020, aún hay un porcentaje elevado de arquitectos, constructores y promotores que no se han subido al tren de la construcción 4.0.
En segundo lugar, pero no menos importante, situaríamos el reto de la financiación bancaria de los proyectos industrializados. Y es que actualmente, las entidades financieras solo reconocen garantías para aspectos tangibles como lo construido sobre el terreno, por lo que no contemplan lo que se está produciendo o ensamblando en fábrica. En otras palabras, el préstamo promotor no permite incluir pagos por acopios de material.
Es cierto que en el sector se utilizan otras herramientas financieras que permiten salvar este escollo, como el ‘confirming’, un servicio financiero que facilita la gestión de pagos a proveedores. Este es contratado por las empresas encargadas del proyecto de construcción (promotoras, constructoras, etc.) y les permite diferir y fraccionar los pagos durante el proceso de producción, sin generar un problema de pagos por acopio de material.
No obstante, la Administración y la Banca ya estudian fórmulas para paliar este problema, por lo que 2025 puede ser el año en el que este escollo se supere y demos un paso más hacia un escenario en el que la construcción industrializada sea la primera opción para todo tipo de promociones de viviendas, incluidas las viviendas asequibles.
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